viernes, 22 de enero de 2010

LOS AÑOS

Los años pasan, ingrávidos, lentos, sosegados, a nuestro lado sin hacer el menor ruido, los vemos pasar a veces cerca o a veces lejos, pero siempre se ríen de nosotros, de nuestra fragilidad, de nuestro caminar ya caminado. Acompañan, los días, las noches, para mostrarnos lo corta o absurda que a veces es la vida. Pero a pesar de su condición de fugitivos, nos enseñan alguna que otra lección para dar gracias por ver el sol, por sentir la brisa acariciar el rostro, por poder escuchar el sonido de las olas o el canto de los pájaros, por poder besar a aquellos que amamos...




Un año es una palabra callada en los labios
Un llanto infinito
Un porque, un quizá
Un segundo en tus brazos
Un beso atrapado en el tiempo
Una esperanza rota en mil pedazos
Una sonrisa cómplice
Un abrazo tuyo, mío
Una lágrima que cae en el vacío
Una mirada que busca otra mirada
Un sueño en la noche
Un silencio de adioses
Un recuerdo que late en las almas
Un cielo estrellado de verano
Un ayer, un hoy, un posible mañana...


Rosa

2 comentarios:

María dijo...

Felicitaciones por este magnífico blog!

Emilio dijo...

Precioso el poema.
Un placer leerte en una tarde tranquila de domingo.
Abrazos.