jueves, 8 de julio de 2010

CONTINENTE OLVIDADO



África,
Legendaria y harmoniosa
Eres el fruto del misterio y la hija de lo eterno.
Mundo del olvido, vestigio del vacío.
Eres la cuna de la vida,
Vida del odio y las mentiras.

Enloqueces, aturdes y trastornas mi mente.
Tus colores, tus olores
Fluyen y recorren mi sentido,
sentido perturbado por lo imposible y lo inhumano.

Tus cálidos labios un día mi alma me besaron,
Mis profundos ojos una vez en ti se posaron,
Pues supe que jamás olvidaría
Tu paso sosegado y tu rostro hundido en el interminable llanto.



África
Majestuosa, impetuosa
Tu latido y el mío se unirán en un universo infinito.
Donde reina la paz,
Donde se respire la anhelada libertad,
Donde todos podamos hallar el mundo de la libertad.
¡Tantos hirieron tu silueta celestial!
¡Tantos jugaron tu suerte en un apoteósico final!
Colmaron en ti sueños inexistentes.
Desfiguraron tu cuerpo incandescente.
Olvidaron tu corazón inmaculado y valiente...


Continente de secretos y misterios.
Tierra de gentes hostiles y paisajes recónditos y vírgenes.
Acógenos con tu canto, abrázanos con tu lamento.
Pero no desistas ni te rindas ante el imponente tiempo.
Pues tus huellas son el remoto camino,
hacia tu verdadero y único destino.




Para África, para ella, por ser una preciosa tierra. Para que nunca la dejemos anclada en el olvido.
Por sus gentes, sus colores, olores y paisajes que tanto amo...

viernes, 11 de junio de 2010

SUEÑO ETERNO


Te irás para no volver. Eso ya lo sé, ya lo supe en cuanto vi como tus pupilas se clavaban en mí, susurrándome un adiós definitivo. Cerraste la puerta, y tras de ti, cayeron nuestros sueños, esperanzas, nuestros días más amados.
¿Por qué? Me pregunté. Y la pregunta resonó profundamente… Y sus ecos lejanos me llevaron a la triste realidad que ya había comenzado… Me quede quieto, meditando, volando hacia otro rumbo… Los ojos comenzaron a cerrarse, y el cansancio me venció.

Desperté, el sol ardía por todos los poros de mi piel. Escuchaba el canto de las gaviotas, mientras la brisa acariciaba el rostro, y las olas se acercaban y alejaban en un vaivén acompasado. Me sentía en paz conmigo, con la vida. Nada perturbaba esta eterna felicidad. Observé mí alrededor, era todo tan bello que no faltaba pronunciar palabra alguna. Pero algo llamó mi atención, a lo lejos, alguien se acercaba en un andar lento, sosegado. Algo se despertó en mí, y creí que volvía a nacer. La vi de nuevo, era ella, la mujer que tanto había amado. Nada podía compararse a ella, estaba hecha de los pedacitos que componen los sueños, cada parte de su cuerpo te envolvía con su cálida luz, y sus ojos desprendían una pureza infinita.
Era hermosa, siempre lo supieron mis ojos, mis manos, mi voz, mi alma que la habíamos amado una y otra vez.
Por fin, la tuve delante mío, la mire detenidamente, y nuestras miradas quedaron suspendidas en el tiempo. La abracé, y noté como nos fundíamos entre las luces del ocaso. Así quise que permaneciera eterna en mí, que fuera una parte de mi alma y le susurré al oído: Por favor , no te vayas. Ella esbozó una tierna sonrisa y supe que esta sería la última vez que el sol y las estrellas la verían entre mis brazos.

De repente, noté como alguien acariciaba mi rostro, era un tacto suave y familiar. Abrí los ojos, y vi una preciosa sonrisa diciéndome: He tenido que regresar, nada más alejarme de aquí, supe lo que he visto en ti mientras soñabas... Que tu dolor era el mío, porque tú vives en mi, y yo en ti.


Rosa







PD: Mil gracias por vuestros comentarios, sé que hacía tiempo que no me pasaba... Pero de nuevo, he vuelto a mi rincón favorito, prometo no marcharme.

martes, 6 de abril de 2010

HAY MOMENTOS QUE PERDURAN EN EL TIEMPO...




Entre los vientos de marzo escucho el reloj como marca las doce de la noche. Estoy sola, en la inmensa quietud de la noche, y como otras tantas veces me dispongo a coger el vertiginoso vacío de papel y escribir, aunque en esta ocasión creo que será muy diferente.

Hoy no me dirijo ni a mi misma, ni a ningún sentimiento, ni paisaje, ni lugar… Porque esto es algo más mágico y especial que cualquier lugar o paisaje que podáis imaginaros. Quizás hasta con palabras no se pueda expresar, pero hoy necesito contarlo.

Empezaré por el principio, me llamo Rosa María tengo 19 años y me puedo considerar una persona afortunada. Sí, tengo salud, tengo estudios pero sobretodo pertenezco a una familia. Mi familia, mmm... como lo diría es una familia extensa: 5 tías, 2 tíos, 5 primos, 3 primas… Cada uno transmite algo: Seriedad, hospitalidad, cariño, alegría, generosidad… Pero de entro todos, sé que hay dos personas a las que verdaderamente no podría descifrar qué y cuanto nos llegan a aportar. Cada vez que entro en su casa y los observo detenidamente me vuelvo a hacer la misma pregunta: ¿Que será el amor? ¿Es andar juntos paseando? ¿Es susurrar al oído palabras que has escuchado en alguna de tus películas favoritas? ¿Es bailar pegados buscando provocar al otro?

Cuando salgo de su casa, pienso que no, que el amor no es solo eso. Quizás su amor es un vuelo alto, libre, que no se desvanece, sino que se engrandece ante las diferencias entre los dos. Es estar al lado del otro, y no haber sentido nunca la soledad, ni el miedo. Es compartir los días angustiados y saber que saldrás adelante, porque el otro está allí. Es velar por su vida, y sentir que cada día es único porque lo puedes compartir con esa persona a la que amas.
Creo que a ninguno de los dos les importaría caerse en el vacío más temido porque saben que estarían juntos, porque han compartido 50 años de risas, llantos, caídas, triunfos, angustias, alegrías… Qué hermoso y qué sufrido es el amor, ahora pienso… Pero hoy en este pueblo remoto y acogedor de Andalucía, en el que escribo siento una especial felicidad al ver que a pesar de los pesares mis dos abuelos continúan juntos. Por ellos, por todo lo que han luchado hasta encontrar una nueva vida, por formar una familia y ofrecerles apoyo y cariño aunque algún día el pan no llegara para todos, por envejecer juntos y estar hoy junto a nosotros. Por esto y por tantas otras cosas, les deseo: Que sean felices, eternamente.


Rosa Marín

sábado, 27 de marzo de 2010

EL SILENCIO DEL BOSQUE


En la profundidad del bosque,
Llegan los ecos de los pájaros, el cencerro de la vaca y un lejano ladrido.
El sol nos arropa con sus últimos rayos,
Y las montañas con sus cumbres,
Coronan el manto azul del cielo.

Parece que el tiempo no fluya,
Y se haya parado en la inmensa plenitud del campo.
Parece que la eternidad,
Reine nuestros días y la paz bese nuestros labios.


En la inmensa quietud,
Se escucha el rumor del silencio, de la vida, de los montes,
De un mundo ya desconocido e impuro para muchos de nosotros.


Rosa

sábado, 13 de marzo de 2010

LLUEVEN RECUERDOS



Llueve.
Las gotas golpean lentamente el cristal.
Tu nombre indeleble palpita en este dolor que no acaba.
El sol se llevó tu recuerdo,
Y vieron los días grises, las noches en vela, vacías.
Sola, con el murmullo de la lluvia,
Voy contando las sílabas de tu nombre.
Una, dos, tres, cuatro.
Y la noche se prolonga entre silencios y recuerdos.

¿Donde estas?
¿Donde fuiste?

Nada me lleva hacia ti.
La lluvia ha teñido de gris el rostro.
Para olvidarte, para olvidarnos
Para acallar el grito desagarrado de mi alma.
Ella, anda sola, sin dueño, buscándote.

¿Volverás?

Yo te espero aquí, sentada, contando las silabas de tu nombre.
Uno, dos, tres, cuatro.
Y la noche se prolonga, entre silencios y recuerdos.

Rosa

sábado, 6 de marzo de 2010

LA MIRADA

Nuestra mirada es como el pozo del tiempo, donde la vida puede volverse fugaz o acompañarnos eternamente. Allí en esos grandes ojos ella reside. Expectante, observadora, apasionada, guarda en su interior los secretos más ocultos del alma. Pero ella es diferente en cada ser, no hay dos que podamos apreciar de la misma manera. Hay algunas que desnudas de odios y mentiras, crean el cálido fuego de la complicidad, tras haber sido engullidas y transportadas hacia los ocultos rincones de otra mirada. Hay algunas que son la ventana hacía un nuevo mundo y que llegamos a alcanzar cuando pintamos de color esperanza el muro de indiferencia que nos separa de los demás. Por último, están las que hallas muy pocas veces en la vida. Son únicas, excepcionales e imposibles de sustituir. Habitan en aquellas personas, que con una palabra son capaces de llegar hasta el fondo de tu alma. Y con una sonrisa, devolver la vida a los campos marchitos de tu recóndito paraíso.







La mirada es la inocente risa de un niño,
Es la voz de todo abuelo llena de las heridas de batallas y miserias.
Es la apasionada bailarina que recrea en sus movimientos el sentir de lo que amamos.
Es la silenciosa que llora cuando caemos en el hoyo del vacío y de la impotencia.
Es la infinita estrella que brilla cuando nos vemos reflejados en ella.
Es la laguna de cristal, dónde navegan dos veleros unidos por el ancla de la amistad.
Es el mar embravecido por el oleaje de la ira, o a veces en calma, mecido por lo que te ofrece la vida.
Es el espejo de lo que un día fuimos.
Es dónde muere y nace el olvido.
Ella es la que descubrí y me llevó hacia ti.



Rosa