
Hace días que te observo,
No sé bien, como empezó todo.
Apareciste como aparece el sol, la luna, la lluvia o la nieve.
Fue corto pero intenso.
Llegaste con los vientos de marzo y volviste entre las sombras de diciembre.
En ese instante, se detuvieron los relojes, y las horas cayeron lentamente en una lluvia de cálidos atardeceres.
La noche alzó el vuelo, y yo volé en ti, en mí, como cientos de pájaros.
Pero uno, tan sólo uno, se posó en mi oído para susurrar una vez más, te amo.
Rosa
6 comentarios:
Es delicado tierno. Bello.
Gracias por pasarte por "Todo sucede a un tiempo"
Besos y amor
je
Tranquilidad enamorada.
Besos.
Leer esto un 14 de febrero y estar solo es para pegarse un tiro, jajaja. Gracias por el poema.
Rosa: felicidades por tu texto.
Abrazos fraternos en Amistad y Poesía verdaderas,
Frank.
Precioso, precioso, precioso...hace el recorrido del atardecer y del vuelo del pájaro como la libertad del amor...
bss
Mónica
Qué calidez de versos, Rosa.
Da gusto leerlos.
Un abrazo.
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